Los usuarios se movilizan mediante el Social Media para reparar Londres
El poder de las Redes Sociales y del Social Media en general ha quedado más que demostrado tras los acontecimientos de los últimos años.
Para reparar los daños causados por los disturbios de Londres, Facebook y Twitter se están utilizando con el fin de reclutar voluntarios. El movimiento, etiquetado en Twitter con el hashtag #riotcleanup y fue puesto en marcha por Dan Thompson, que actualmente encabeza otras iniciativas sociales. Thompson, de West Sussex, decidió usar el Social Media con el fin de ayudar a coordinar a la gente que se ofrecía como voluntaria para reparar los daños causados.
Ayer el hashtag #riotclean se convirtió en el primer Trending Topic del Reino Unido (sin contar con el TT patrocinado TheHelpMovie) y el segundo a nivel mundial. Otros dos hashtags, #prayforlondon y #staysafe se sitúan en la tercera posición y cuarta posición en el Reino Unido, aunque sólo #prayforlondon ocupa la tercera posición a nivel mundial. El perfil de Twitter Clean Up London cuenta ya con más de 64.000 followers.
En Facebook, el grupo Post riot clean-up: let’s help London cuenta a estas horas con 8.219 miembros.
Por otra parte, se ha creado un Wiki Site para informar a la población de los once barrios de Londres más dañados y de las tareas a realizar. Los disturbios no sólo afectan a Londres, también se han extendido a otras ciudades como Bristol o Liverpool. La información se actualiza diariamente para dar a conocer los lugares en los que la ayuda es necesaria.
Las autoridades agradecen la ayuda proveniente de las Redes Sociales y aunque también las culpan de la movilización de los jóvenes (y no tan jóvenes) que han causado los disturbios, parece ser que el Blackberry Messenger BBM ha sido el medio utilizado para despertar la ira de los violentos.
A Twitter, Facebook y el Wiki Site se suman otros Medios Sociales: Blogs, como Mashable y redes como Tumblr, donde se ha creado la cuenta «Catch a Looter» en la que los usuarios pueden colgar fotos de los asaltantes.
Fuentes: The Guardian, Mashable